INDICE
ITUZAINGO. PREHISTORIA. CARACTERES
GEOGRAFICOS, GEOLOGICOS Y PALEONTOLOGICOS DE LA ZONA.
FLORA Y FAUNA.
CORRIENTES DE
POBLAMIENTO Y HABITANTES PRIMITIVOS.
RIO RECONQUISTA.
CARACTERES
GEOGRAFICOS
La zona que
habitamos corresponde a la extensa llanura pampeana, que al norte y este del
río Salado presenta ondulaciones a diferencia del resto que se caracteriza por
ser una inmensa planicie.
Hace 60 millones
de años, en plena Era Cenozoica, aparecieron las hierbas en esta zona. El suelo
bastante uniforme y parejo estaba cubierto por una capa de humus que aún
conserva una suave inclinación hacia el mar.
El norte, este,
centro y sudeste de esta llanura se caracteriza por la abundancia de ríos y
arroyos. Se destacan el Salado, el Luján, de las Conchas (Reconquista) y
Matanza, con lluvias bastante frecuentes e índices pluviales entre 500 y 1000
milímetros anuales que son el origen de la abundancia de hierbas y pastos.
En tanto en la
época de la conquista, estas regiones presentaban una desolada extensión cubierta
de pastizales, en la que escaseaban los árboles.
El predominio de
planicies, la cercanía con el mar y la ausencia de árboles favorecieron que
fuertes vientos surcaran la región, limpiando regularmente el aire por lo que a
su influjo los primeros españoles denominaran a la región “buenos aires”.
Estos son: el
Pampero, un viento seco y fresco que sopla del sudoeste provocando descenso de
la temperatura y aumentando el nivel delas aguas en el Río dela Plata. El otro
conocido como Sudestada es un viento oceánico, frío y húmedo, proveniente del
sudeste y que cuando sopla durante varios días hace crecer el Río dela Plata
inundando su ribera.
CARACTERES
GEOLOGICOS
La constitución
geológica de la llanura pampeana, se caracteriza por ser un área de hundimiento
y acumulación a partir del fraccionamiento de una plenillanura, de edad
secundaria, cuyas partes centrales comenzaron a hundirse.(1)
Hacia el período
geológico conocido como Mioceno, esta
inmensa llanura se había convertido en un mar de poca profundidad
denominado Paranaense. Luego con la sedimentación o la meteorización de las
montañas vecinas, llegó a formarse densas capas acumuladas en las zonas
hundidas. Esta sedimentación no es homogénea sino que presenta varios niveles o
pisos, cada cual representa épocas distintas.(2)
Para su estudio
han sido clasificados en dos series:
-el más profundo
llamado Araucano el cual resulta más
antiguo, correspondiendo al período Plioceno de la Edad Terciaria.
-el segundo
denominado Pampeano, se encuentra ubicado por arriba del Araucano y corresponde
al período Pleistoceno de la Edad Cuaternaria. A este corresponden los
hallazgos arqueológicos y paleontológicos en la denominada formación pampeana.
Esta formación
cubre la llanura central de nuestro país y comienza a muy pocos metros de la
superficie del suelo que habitamos, no bien termina la tierra vegetal. Está
constituida preferentemente por tierra de color rojizo que a veces se presenta
como polvo y que se lo denomina Loess.
Este Loess es de
origen fluvial o lacustre y ha llegado a depositarse sobre la superficie del
suelo, trasladado por el agua. Pero hay otro Loess de clima seco, transportado
por efecto del viento.
Esta diferencia,
que se puede observar en la calidad del sedimento, permite reconocer en el
período Pleistoceno, la fase glacial o pluvial y la fase interglacial o
interfluvial.(3) De este modo las variantes climáticas se expresan a través de
la sucesión alternada de sedimentación húmeda y sedimentación seca. Esta
formación pampeana se complementa de arenas, cenizas volcánicas y compactos
calcáreos conocidos como toscas.
Las capas de
sedimentos también llamados pisos forman una serie de cuatro niveles. El más
profundo y por ende el más antiguo es conocido como Ensenadense y al igual que
el Bonaerense que se encuentra ubicado arriba de este en forma inmediata,
pertenecen a la Edad Terciaria. Luego el piso siguiente y hacia arriba es el
llamado Chapadmalense que corresponde hacia fines del período Pioceno de la
Edad Terciaria.
Más reciente se
ubica el piso Lujanense correspondiente al Pleistoceno superior y por último,
correspondiente al período geológico reciente corresponde el piso llamado
Platense que concluye hacia arriba la serie pampeana.
CARACTERES
PALEONTOLOGICOS
La Argentina es
uno de los países donde mayor cantidad de hallazgos de restos humanos
industriales y fosilizados se han encontrado.
Para el
conocimiento de la vida en tiempos prehistóricos, resulta imprescindible,
estudiar los testimonios de un pasado remoto, restos óseos, líticos y
cerámicos.
Estos restos se
hallan bajo la superficie del terreno, por ello para su clasificación y cálculo
de antigüedad resulta vital la profundidad en que son hallados.
En el estudio de
la estratificación del suelo y de cada capa del mismo donde se encuentran estos
restos prehistóricos se puede saber la antigüedad aproximada, como también las
características del medio ambiente al cual correspondía (4).
Pisos en la llanura bonaerense. Michenzi, 1996. |
(1)
La
formación de una Plenillanura es un proceso geológico en el cual la superficie
de una llanura es modificada al ser elevada por movimientos internos de la
Tierra. Los ríos de origen fluvial aumentan considerablemente su profundidad y
tendrán laderas abruptas. En las regiones húmedas como la pampa bonaerense, las
vertientes se irán destruyendo, hundiendo su nivel y aplanando nuevamente la
superficie. Las corrientes de los ríos se tornan entonces lentas.
(2) El fenómeno
de meteorización consiste en una serie de procesos mecánicos y químicos que
descomponen las rocas y el suelo. El clima tendrá un rol fundamental. Los cambios
de temperatura, las precipitaciones y la acción del hielo son factores
mecánicos claves en la meteorización; en tanto la combinación de ácidos débiles
del agua con minerales y el dióxido de carbono con agua son entre otros, los
factores químicos de este proceso.
(3) Los fenómenos
de enfriamiento de la corteza terrestre son conocidos como glaciaciones. El
período Pleistoceno se caracteriza por la sucesión de épocas de climas fríos y
templados, y sus repercusiones fueron las más profundas sobre la distribución y
la evolución de la fauna y la flora. Ello nos permite dividirlo en siete
subperíodos consistentes en cuatro glaciaciones y tres interglaciaciones. Esta
escala que podemos reconocer principalmente en las rocas, proporciona un
sistema cronológico que permite ubicar la antigüedad de los restos hallados,
como también recrear el clima al cual pertenecían.
FLORA
La llanura pampeana estaba poblada por hierbas de poca
altura y se caracterizaba por la falta de árboles. Los españoles testimoniaron
la inexistencia de árboles y la presencia de grandes pastizales y juncos en las
zonas ribereñas.
El cuadro fitogeográfico correspondía a una inmensa pradera
con pastos gramíneos, parajes bajos y húmedos con juncos, cañadas y cortaderas.
Parte de ella era una estepa arustiva con jarilla y vegetación xerófila.
En la zona boreo occidental, con temperatura suave y agua
abundante las floraciones eran hidrófilas y de ellas las más comunes las
herbáceas. De las muy escasas leñosas predominan macachín amarillo, vinagrillo,
pasto dulce, etc.
En las inmediaciones de la ribera del Río de la Plata de
norte a sur, con suelos arenosos y con bancos de conchillas subfósiles,
existieron algunos talas, espinillos, coronillos colorados, a veces el ombú,
etc.
En los sitios bajos, cañadas, bañados y los habitualmente
anegados por las aguas, las especies más comunes eran: totoras, espadañas, juncos,
duraznillos, paja gallo, trébol criollo, aspiltillo, etc.
La flora tipo paranaense se encuentra en los islotes del
delta del Paraná y a lo largo del estuario del Plata hasta el cabo San Antonio.
Las especies autóctonas eran los cardos y chamicos. Pero las que en su mayoría
fueron arrastradas por las aguas desde el Paraguay y Uruguay eran ceibo, sauce criollo, laurel,
palo amarillo, espinillos, cortaderas, etc.
FAUNA
Hace 200 millones de años, a comienzos del período triásico,
los mamíferos comenzaron su evolución a partir de reptiles mamiferoides. Los
sobrevivientes de la grave extinción ocurrida hacia fines del período
cretácico, hace 65 millones de años tenían un peso inferior a los 8 kilos. Tras
la desaparición de los dinosaurios y posteriormente durante el cenozoico, hace
más de 50 millones de años, los mamíferos se diversificaron recolonizando la
Tierra.
Ñandú. Habita en campos abiertos. Su carne era apreciada por los querandíes. |
La escasez de gran vegetación en la llanura pampeana impidió
el desarrollo de las grandes especies herbívoras, como el dinosaurio. En cambio
habitó el smilodon bonaerense, un mamífero carnívoro de cuerpo flexible con
grandes garras y fuerte dentadura con caninos largos y resistentes por lo que
también fue llamado diente de sable.
A 300 metros del río Reconquista se encontraron restos de glyptodon, cuyos fósiles se encuentran en el Museo de La Plata, Buenos Aires y que se extinguió hace 10.000 años. Era un mamífero herbívoro de hasta 4 metros de longitud, semejante a un armadillo gigante. Su caparazón rígido estaba cubierto de placas. La cabeza estaba protegida por un casquete y la cola tenía forma de tubo. Poseía una falange en cuya punta se insertaba una uña que servía para arrancar las raíces que constituían su alimentación principal.
En la época de la conquista ya se encontraban guanaco,
vizcacha, zorro, zorrino, liebre, ciervo, venado, gato montés, jaguar a los que
los querandíes solían cazar con boleadoras, gato pajero porque improvisaba su
guarida entre matas y pajonales, peludo, mulita, carpincho, coipo (nutria),
comadreja, perdiz, martineta, pato, ñandú, tero, carancho, chimango, gavilán,
lechuza, hornero, zorzal, calandria, jilguero, tordo, torcaza, chingolo,
ampalagua, víbora coral, cascabel, de la cruz, lagartija, serpiente, tortuga,
sapo, rana y escuerzo.
Las aves se originaron probablemente en algún grupo de
reptiles hace 200 millones de años, en el período jurásico de la era Mesozoica
siendo los únicos organismos con el cuerpo cubierto de plumas.
La garza blanca es mencionada en 1528 por Luis Ramírez,
compañero de Gaboto: “que con ellas se podían henchir tres navíos”. Esta
especie era muy abundante a fines del siglo pasado en los grandes cañadones que
constituían la zona inundable de Buenos Aires.
Los querandíes cazaban coipos (myocastor) conocidos como
nutrias. Los que incursionaban tierra adentro cazaban ñandúes y ciervos pero
los que frecuentaban las orillas de los ríos (Reconquista, Riachuelo de los
Navíos, Luján y Carcarañá) se alimentaban de peces y nutrias, las que
juntamente con venados les proporcionaron pieles para confeccionar mantas. Los
españoles encontraron gran cantidad de cuero de coipos sobados a mano en un
campamento querandí, tras una escaramuza provocada para obligarlos a
suministrarles permanentemente víveres en su primer asentamiento en Buenos
Aires.
Además de ciervos, venados, ñandúes y peces, los aborígenes se alimentaban también de colpos "nutrias". Los españoles encontraron cueros de coipos sobados en un campamento querandí. |
Las mulitas proporcionaron buen alimento a los aborígenes.
Una vez cazadas las asaban dentro de su caparazón. En el siglo XVIII el padre
Paucke describía la preparación de un tatú: “Después que los indios han
deshecho con las boleadoras la cabeza del animalito y lo han destripado, lo
colocan cerca del fuego junto con la cáscara y asan primero el lomo y los
costados. Ellos hacen con el dedo la prueba si está terminado de asarse,
castañetean con la uña o golpetean con el dedo encima sobre la cáscara, si
suena hueca ya basta entonces. Luego lo colocan de espaldas y echan brasas
enrojecidas sobre el vientre hasta que basta. Luego le arrancan del lomo la
cáscara en donde queda una sopita sabrosa que se come con apetito” (Paucke F.
“Hacia allá y para acá”).
Smilodon (diente de sable). Mamífero carnívoro de cuerpo flexible con grandes garras y largos caninos. |
En el plioceno de las pampas, que se extendió entre
5.000.000 y 1.800.000 años, vivió el protohydrochoerus, un carpincho gigantesco
de hábitos corredores.
El hallazgo de restos fósiles permitió reconstruir la
historia evolutiva de los hidroquéridos y establecer que formaron una familia
autóctona de América del Sur y originaria de Argentina. Tanto su carne como su
cuero eran muy apreciados por los aborígenes pampeanos.
La vizcacha también llegó a integrar la dieta de los
aborígenes pero, las vizcacheras constituían trampas en cuya tierra floja
solían meter las patas los caballos. Por eso los querandíes cuando adoptaron
los caballos diseñaron el tipo de estribo llamado “estribo pampa” que consistía
en un simple nudo de tientos o un palito atado por el medio a la estribera
sobre los que se afirmaban los dos primeros dedos del pie. Si el caballo rodaba
el jinete salía despedido sin quedar enganchado y apretado por el animal.
Los tucu-tucu del género ctenomys, son roedores de las que
existen más de cincuenta especies, remontándose su origen desde el período
cuaternario hasta el plioceno en el que se encontraron formas extinguidas. Para
los indios era un recurso alimentario: los cazaban escarbando con palos en las
cuevas o inundándolas con agua para obligarlos a salir y matarlos con un palo
con punta de hueso, también los mataban de un hondazo o de un flechazo. Luego
sacaban las pieles, tensadas en bastidores de madera y las mujeres las sobaban
a mano para flexibilizarlas con lasque hacían capas y quillangos que resultaban
muy abrigados.
Mastodonte. Mamífero ptoboscideos que habitó la zona hace 20 millones de años. De tamaño casi el doble de los elefantes, dos incisivos prolongados y dos más cortos. Ilustración: Ciacciarello, 1996. |
El ñandú que es el ave más grande de nuestra pampa alcanza
hasta 1,40 m de altura. Habita preferentemente en campos abiertos de pastos
altos o matorrales que le permiten ocultar su cuerpo a los depredadores y
visualizarlos fácilmente gracias a su largo cuello y visión. Los querandíes,
utilizaban las boleadoras corriendo a la par del animal hasta cansarlo. Cuando
incorporaron el caballo organizaban cacerías colectivas rodeando a las
tropillas de ñandúes para derribarlos con las boleadoras. También incendiaban
pastizales corriéndolos hacia lugares donde los aguardaban armados de lanzas,
mazas o flechas.
Facsímil Diario Popular del 8-5-1994. Personal del Museo de Merlo y del Museo de La Plata realizaron hallazgos de restos fósiles prehistóricos. (Archivo Museo de Ciencias Naturales de Merlo). |
CORRIENTES DE POBLAMIENTO Y HABITANTES PRIMITIVOS
El poblamiento primitivo de América se llevó a cabo sobre la
base de distintas corrientes provenientes de Asia y más recientemente de
Oceanía ya que el hombre no es originario de América.
Estas corrientes de poblamiento se conformaron con infinidad
de individuos en el transcurso de miles de años que en sucesivas oleadas
migratorias se fueron distribuyendo por territorio americano.
La zona que ocupa nuestro país, al igual que el resto de
América o como sucediera en Europa, conoció poblaciones con distintas etapas de
desarrollo cultural; ellas son las correspondientes al paleolítico superior,
mesolítico, neolítico y el período conocido como el de las primitivas
civilizaciones. (5)
En la Argentina prehistórica se desarrollaron los mismos
tipos raciales y períodos culturales que en el resto de América.
Las poblaciones de origen paleolítico en Argentina fueron
tres, pudiéndose calcular su antigüedad a través de los restos arqueológicos
hallados en 10.000 años aproximadamente.
Los huárpidos hacia el oeste, patagónicos al sur, láguidos
al norte.
En las poblaciones de origen mesolítico, es decir, aquellas
que iniciaban prácticas agrícolas, se encontraba el grupo racial fueguido con
una antigüedad de 4.000 años aproximadamente, ubicados en el extremo sur del
continente.
La presencia de poblaciones culturales pertenecientes al
neolítico, del grupo racial conocido como asilidos, son más recientes pudiendo
calcular su asentamiento en las zonas del río Paraná y chaqueñas, hacia
1.000-1.500 años antes de nuestra era.
Finalmente, los portadores de las primeras civilizaciones,
el grupo racial andino, ocupaba lar región andina y tuvo origen con las
migraciones provenientes de Polinesia. Fueron los que desarrollaron las altas
culturas en América del Sur hacia el segundo milenio antes de Cristo,
destacándose principalmente en la región andina del Perú.
5
Paleolítico: se divide en 3 períodos: inferior,
medio y superior. Es el estadio cultural más primitivo, comienza hacia el fin
del cuaternario y se caracteriza por el nomadismo de tribus dedicadas
principalmente a la caza, pesca con herramientas y armas realizadas con huesos
y piedras.
Mesolítico: Este período es el considerado como transición entre el
paleolítico y el neolítico. Se inician las prácticas de agricultura y coincide
con un clima templado. Continúa el tallado de la piedra con las mismas técnicas
del paleolítico superior; se insinúan los primeros ensayos del pulido de la
piedra y las manifestaciones artísticas se reducen a motivos decorativos
pintados sobre guijarros, formados por puntos o trazos.
Neolítico: es la primera revolución que transforma la economía humana ya
que dio al hombre el control en el abastecimiento de sus alimentos. Comenzó la
siembra, cultivo y mejoramiento por selección de hierbas, raíces, arbustos,
etc.
Se logró domesticar a ciertas especies animales y unirlas al hombre en la
medida que este pudiera darle protección y alimentos. Se desarrollaron
economías basadas en el cultivo de cereales que al igual que la ganadería
permitía la participación de todos los sectores dela comunidad, no así como en
la caza.
Se conforman grupos sedentarios cada vez más grandes y de este período es
el uso del hacha, telar y desarrollo de la alfarería.
RIO RECONQUISTA
El Reconquista es un río que excava su cauce en la llanura
pampeana, en la zona denominada ondulada. Es un terreno sedimentario de
origen geológico platense, caracterizado
por abruptas barrancas y una dilatada terraza.
El agua corre erosionando el terreno blando a su alrededor,
dejando al descubierto grandes masas de tierra y piedras. Estas convertidas en
pequeños trozos son arrastradas por la corriente y depositadas en el lecho del
río.
Los depósitos en las orillas terminan por hacerlas más altas
que los terrenos más alejados. Su aspecto es variable y depende fundamentalmente
de la consistencia del suelo a través del cual corre.
En épocas normales del río es de un cauce mínimo, pero
después de intensas lluvias conforma una corriente de gran caudal de agua.
El río Reconquista pertenece a la Cuenca del Plata y tiene
su nacimiento en la confluencia de los arroyos La Choza y Alvarez (partido de
General Rodríguez), recibiendo como afluente importante el arroyo El Durazno y
en su curso de aproximadamente 48 km también tributan otros arroyos como: Las
Catonas, Morón, Horqueta, Basualdo, Saladero, Torres, Gómez, Del Sauce. Su
desembocadura permite la unión con el río Luján y el caudal de estos ingresa en
los ríos Paraná y de la Plata.
Conocido desde los primeros repartos de tierras realizados
por Juan de Garay en la segunda fundación de Buenos Aires, como río de Las
Conchas, conservó su nombre hasta el 1º de julio de 1954 fecha en la cual fue
modificado por el actual. Ello se debió en homenaje a la reconquista de la ciudad
de Buenos Aires, en la cual las tropas encabezadas por Santiago de Liniers
desembarcaron en su desembocadura y marcharon hacia Buenos Aires para enfrentar
la invasión de los ingleses.
En cuanto al nombre de Las Conchas dado por los primeros
conquistadores obedeció a la gran cantidad de estos moluscos que se encontraban
en sus orillas.
Abundaba la vegetación hidrófila y en concordancia con los
depósitos de conchillas, crecían algunos talas, ceibos y junto a la ribera
algunos sauces. Sus aguas eran claras y vivían varias especies de peces
similares a las del río Paraná. También era hábitat para nutrias, tortugas,
culebras, lagartos y demás animales de llanura.
El cauce del río y particularmente sus orillas constituyen
importantísimos yacimientos arqueológicos poco explorados.
Se han encontrado restos fósiles de animales prehistóricos
como: smilodon, glyptodon, mastodonte, megaterio entre otros y restos cerámicos
de culturas querandíes. Estos últimos se encuentran especialmente en la ribera
correspondiente al Municipio de Ituzaingó, por ser las más altas entre su
nacimiento y desembocadura.