La Voz de Ituzaingó aportó el tipiado y digitalización del libro, autoría de Rolando Goyaud con colaboración del profesor Ricardo Castillo.

1810-1870


UNIDAD 4
PERIODO 1810-1870.
EVOLUCION Y DESARROLLO EN LA ZONA OESTE
BATALLA DE PUENTE MARQUEZ
EL FERROCARRIL DEL OESTE
POSTAS
LA POSTA DE PARDO

EVOLUCION Y DESARROLLO EN LA ZONA OESTE
EL PAGO DE MORON
En la primera mitad del siglo XIX los oratorios en la zona oeste eran escasos en proporción a la gran superficie que abarcaba el curato del pago de La Matanza. Estos estaban por lo general al cuidado de hacendados quienes solventaban su mantenimiento, aunque permanecían cerrados gran parte del año y daban misas cuando iban sus dueños.
Sus nombres eran tomados de estos hacendados, por eso se encuentra el oratorio de María del Rosario Salas ubicado en la casa que perteneciera a su esposo Diego Casero, localidad de Caseros; el de Juan Córdoba que fuera el comienzo de la parroquia de Ramos Mejía; el de Martín José Altolaguirre, localidad de Tapiales; el de Cecilio Sánchez en Rafael Castillo; el de Joaquín de Madariaga en el predio que ocupara la estancia Del Pino y se completaban con el de San Ramón, fundado por Francisco Merlo al cuidado de los padres de La Merced, el dela iglesia de los Lobos y finalmente el de la Cañada de Morón.
A principios del siglo XIX, en especial después de la Revolución de Mayo e instaurado los primeros gobiernos patrios, muchos criollos y extranjeros, dedicados estos últimos especialmente al comercio, recorrieron estas tierras dejando valiosas crónicas que nos permiten recrear el paisaje y la vida cotidiana de la pampa y sus habitantes.
Del diario de marchas de Manuel Belgrano en la campaña del ejército auxiliar del norte en 1812 extraemos:

DOCUMENTO 4“Día 25 de enero. Minutos antes de las seis de la tarde se marchó de San José de Flores…  hicimos alto por tres veces en que emplearíamos tres cuartos de hora y llegamos al punto señalado para campar llamado de la Cañada de Morón… a las once de la noche.Día 26 de enero domingo. Como a ocho cuadras de distancia al sur se halla el Pueblo de Morón en donde está la Iglesia del Curato; el que según noticias tiene de jurisdicción de Norte a Sur trece leguas y de Este a Oeste por la parte menor de cuatro a cinco, y por la mayor de seis a siete; contaba en 1810, 3.451 feligreses en 520 poblaciones; sus bautismos, un año con otro, 60; las ocupaciones de los habitantes son la labranza y el pastoreo.Se batieron las tiendas a las tres de la tarde; y nos pusimos en marcha a las cuatro y cuarto de la tarde para pasar el Puente de Márquez; llegamos a las siete y media, habiendo hecho alto dos veces para dar alivio a la gente; el tiempo amenazaba pero felizmente no ocurrió novedad, y mejorada la noche, hubo retreta con música; se cantó el himno patriótico y todos se retiraron después de un viva general por la Patria. Santo: Santo Domingo y Soriano. Celo. (Belgrano, Manuel, Diario de marcha a Rosario).Reproducimos a continuación del hombre de negocios inglés William Mac Cann algunos pasajes de su trabajo titulado “Viaje a caballo por las provincias argentinas” publicado en 1847, que permite conocer a través de una visión distinta el pasado moronense:
DOCUMENTO 5“Poco tardamos en llegar al pueblito de Morón, que tiene una pequeña iglesia; a eso delmediodía nos detuvimos en la casa de la posta. Allí  nos ofrecieron como único almuerzo, huevos duros y algunos tragos de agua.Por la tarde –habiendo reanudado el camino- dejamos atrás una arria de mulas que marchaba de regreso a su provincia distante seiscientas millas. Es costumbre entre los arrieros, descargar las bestias y con la misma carga formar un ancho círculo dentro del cual pastan en libertad los animales.Encienden un gran fuego, sobre el cual asan la carne, y duermen alrededor del fogón. Apenas habíamos pasado esta arría de mulas cuando encontramos un convoy de carretas de bueyes que se habían detenido para hacer noche; uno de los carreteros estaba degollando un animal para la cena, mientras los otros desuncían los bueyes y los dejaban comer libremente”.“Llegamos después a una pulpería donde nos detuvimos para tomar un refrigerio. La pulpería es una combinación de taberna y almacén adonde acude la gente de campo. La parte posterior de la casa daba sobre el camino y tenía un cuadrado abierto en la pared, protegido por barras de madera, a través del cual el propietario despachaba a sus clientes.Estos quedaban protegidos por un cobertizo. El enrejado de madera cerrábase  por medio  de una contraventana durante la noche.Tal el aspecto que ofrecen por lo general las pulperías en todo el término de estas pampas”. (Mac Cann, William, Viaje a caballo por las provincias argentinas).

La Parroquia de Morón estuvo a cargo del párroco José Valentín Gómez desde el 25 de enero de 1804. Contribuyó a la consolidación de la presencia religiosa en la villa, destacándose también en los episodios de la reconquista de Buenos Aires con las invasiones inglesas.
En la casa parroquial de Morón se reunieron entre otros Juan Martín de Pueyrredón y Martín Rodríguez para tratar los preparativos militares al mando de Don Santiago de Liniers, resultando de esa reunión la formación de una tropa de ochocientos paisanos de los pagos de Morón, Luján y Pilar que luego combatieron en Perdriel, localidad de San Martín.
A raíz de estos acontecimientos, el virrey Sobremonte en su huida pasó por Morón y en este pago fue el lugar donde se refugió el obispo de Buenos Aires, Benito Lué.
El pago de Morón estuvo representado en la Asamblea de 1813 por el cura párroco José Valentín Gómez.
Bartolomé Hidalgo, uno de los más destacados exponentes de la poesía gauchesca, escribió su obra literaria cuando estuvo afincado en Morón. Este oriental nacido en Montevideo había servido en la tienda de don Martín Artigas, lo que le permitió conocer a su hijo José Artigas y junto a él sumarse a la lucha por la independencia, participando frente a las invasiones inglesas y en 1811 en el ataque a Montevideo ocupada por los realistas. Esta participación le permitió ser nombrado administrador interino de correos, aunque poco tiempo después con motivo de la invasión portuguesa a la Banda Oriental emigró a Buenos Aires en 1818.
Instalado en Buenos Aires sus afecciones pulmonares lo impulsaron a instalarse en esta zona que ya se destacaba por su altura y bondades del clina, donde tiempo después se casó con Juana Cortina.
Durante la convalescencia desarrolló su obra literaria, destacándose los cielitos y diálogos patrióticos, donde en un lenguaje poético de estilo gauchesco narraba hacia 1821 y 1822 los episodios de nuestra guerra de la independencia. Los versos fueron el octasílabo de la métrica popular y su acompañamiento la guitarra campesina.
Bartolomé Hidalgo recorrió con sus versos y su guitarra los boliches de la zona oeste, siendo el primer gaucho que expresó sus sentimientos patrióticos  en coplas, las cuales también servían de danza de a cuatro, que se valseaba en forma de cadena por las parejas. También escribió obras teatrales unipersonales.
Avanzada su enfermedad, murió en Morón el 28 de noviembre de 1822 recibiendo los oficios religiosos y sepultura en la parroquia local.
Su obra más famosa fue el “Cielito patriótico para cantar las acciones de Maipú” (1818).
En 1784, Morón quedó constituido en partido al instituirse permanentemente la Alcaldía de la Hermandad la que fue la autoridad característica en el período colonial.
Había un alcalde por cada parroquia en la campaña bonaerense, considerándose partidos aquellos que tenían parroquia. El curato de Matanza y Las Conchas por su gran extensión llegaron a tener dos alcaldes, destinados a cada uno de los territorios inmediatos a cada parroquia. No indicaban distinción de territorio sino de residencia, pero la delimitación como partido llegó en 1812 utilizándose para ello el Camino de Burgos (actual Avenida Don Bosco).
Sin embargo fue el 22 de enero de 1822cuando asumieron por primera vez los jueces de paz en la campaña bonaerense sustituyendo definitivamente a los alcaldes de la Santa Hermandad, cuya autoridad quedó extinguida cuando se suprimieron un año antes los cabildos que los designaban. (2)

(2) Las autoridades civiles en Morón se diferenciaron según el período que se tratase. Siguiendo el criterio de varios autores podemos clasificarlas en cinco épocas:
Primera época: Alcaldes de la Santa Hermandad, designados por acuerdos del Cabildo desde el 1ro. De enero de 1766.
Segunda época: Jueces de Paz, designados por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires por Decreto del 24 de diciembre de 1821.
Tercera época: Jueces de Paz y Presidentes de la Municipalidad, designados por la autoridad provincial por Ley 35 del 11 de noviembre de 1854.
Cuarta época: Presidentes de la Municipalidad, designados por la autoridad provincial por Ley 1730 del 11 de diciembre de 1884.
Quinta época: Intendentes, designados inicialmente por la autoridad provincial por Ley 2383 del 28 de octubre de 1890 y luego electos por sufragio. La primer intendencia recayó en el escritor Gregorio de Laferrere.

EL PARTIDO DE MORON. LIMITES Y PUENTES
La primer delineación de la villa de Morón fue la practicada por el agrimensor Saturnino Salas en 1834 siendo jefe del departamento geográfico.
El 15 de septiembre de1857, siendo gobernador de la provincia de Buenos Aires el doctor Valentín Vergara, el juez de Paz de Morón celebró un acuerdo con el ingeniero Adolfo Sordeaux para realizar la primer mensura del partido de Morón. Este arduo trabajo llevó nueve años finalizando en 1866.
A su vez el ingeniero Pedro Benoit en febrero de 1859 confeccionó un nuevo plano y traza del pueblo de Morón adecuándolo a las construcciones ya levantadas de la mensura.
De Sordeaux extractamos los siguientes párrafos que integran el Acta de colocación de la piedra fundamental del templo de Morón y que reproducimos en el Documento 7.

DOCUMENTO 7“Que entonces quedaron encerrados en la traza del pueblo noventa manzanas, en su mayor parte de población diseminada, que serán circundadas por Boulevares de cuarenta varas de ancho, los que abocando con las vías principales a todos rumbos ofrecerán nuevas facilidades al movimiento, y el recreo consiguiente.En suma, conste, que actualmente se establece en el Partido un Hipódromo para confrontar la superioridad y animarla cría de caballos de aprecio, con el anexo de un local extenso para la exposición y venta periódicas de los mejores productos; reuniones éstas, las primeras que prometen tener lugar en el país.Además, que están en ejecución un puente valioso sobre el Río de las Conchas, con su correspondiente camino recto. Abovedado a este punto, en cuyo arroyo acaba de terminarse  otro puente en conexión con aquél y de la solidez necesaria abriendo así de lleno, la interesante comunicación de las arterias del norte”.(“Acta de colocación de la piedra fundamental del nuevo templo y casa parroquial, 31 de julio de 1868” en Presas, Juan, Morón Contribución al estudio de su historia).

El puente que refiere el documento es el construido en Paso Morales, ubicado en el extremo noreste de lo que fuera el Partido de Morón. Se llamaba así debido a que fue el alférez Diego Morales el propietario de las tierras en las cuales se encontraba el vado para el cruce del río y quien las adquirió en 1723 a Diego Lescano.
Por el Paso Morales vadeaban el río las tropas de hacienda que entraban o salían de la ciudad de Buenos Aires, y al igual que el Puente Márquez, también era utilizado por chasquis, servicio de correos, mensajería y viajeros en general.
En 1863 se instaló en estas tierras el molino harinero de Langevin y Cía. Esta sociedad inició las gestiones en 1866 ante la Municipalidad de Morón, a fin que se le permitiese construir un puente. Si bien la iniciativa no prosperó, finalmente pudo concretarse por un emprendimiento vecinal e inaugurarse oficialmente el 15 de febrero de 1869.
Este puente sirvió de límite al pago y luego Partido de Morón en su separación con el Partido de Las Conchas. Años después esta zona quedó comprendida en jurisdicción de lo que fue Campo de Mayo.
En 1863 el gobernador bonaerense Mariano Saavedra al  inaugurar el período legislativo fundamentó que:
“Hay partidos que tienen una extensión demasiado considerable de territorio, y otros que cuentan ya con más de un centro de población.
Aquellos, porque en la extensión que abrazan es imposible llevar a todas partes la acción de la autoridad, ni hacer como corresponde, su policía; y éstos porque los nuevos centros de población, sin autoridades propias que promuevan su desarrollo quedando  estacionados”.
Por decreto del Poder Ejecutivo del 24 de febrero de 1865 se fijaron los nuevos límites de los partidos, siendo los de Morón:
Al noreste las propiedades de Matías Ramos Mejía –el estado- La Estanzuela. Linda por este costado con los terrenos de la Chacarita en San José de Flores y los de Manuel Lynch y Leonardo Pereyra en el Partido de San Martín.
Al noroeste el Río de las Conchas.
Al sudoeste las propiedades de Prack-Schumal-Fretes y Merlo. Linda por este costado con los terrenos de Tordecillas y Merlo en el Partido de Merlo.
Al sudeste con las propiedades de Burgos –el estado- Aurora Pueyrredón-Matías Ramos Mejía – varios. Linda por este costado con Villegas-Méndez-Ezequiel y Matías Ramos Mejía. Varios sobre el costado noroeste del ejido de San Justo en el Partido de La Matanza.

CAMILA O´GORMAN
En el suplemento de La Tribuna, “Ituzaingó 60 aniversario” editado en 1932, se encuentra información referida a la presencia de Camila O´Gorman en Ituzaingó.
Se rescata que durante el gobierno de Rosas, Camila, hija de una familia distinguida de Buenos Aires y el cura Wenceslao Gutiérrez vivieron un romance prohibido y en consecuencia decidieron escaparse.
En su huida la pareja se detuvo en las tierras de Santa Rosa que luego sería Ituzaingó.
Santiago Loza vecino del lugar, descubrió a la pareja que había permanecido bajo un ombú, en un campo que posteriormente fue la quinta de Vinelli y condolido por la situación en que se encontraban, los ocultó, les dio alimentos y les facilitó los medios para que continuaran su fuga.
En Lobos, Buenos Aires, fueron descubiertos, aprehendidos y entregados por el juez de paz Elías Cieza, familiar de don Avelino Cieza que tuvo un almacén en el pueblo de Santa Rosa.
A pesar de que Camila se encontraba embarazada de tres meses, la pareja fue fusilada por orden de Rosas en la localidad de Santos Lugares, Buenos Aires, y ambos cuerpos fueron depositados juntos en el mismo ataúd que era un cajón ancho que se usaba para el transporte de fusiles.
En una carta fechada el 6 de marzo de 1870 en Southampton, Inglaterra y reproducida por Lucio V. Mansilla en su estudio “Rozas ensayo histórico psicológico”, publicado en 1898, Rosas dice:
“Ninguna persona me aconsejó la ejecución del cura Gutierrez y de Camila O´Gorman; ni persona alguna me habló ni escribió en su favor. Por el contrario, todas las primeras personas del clero me hablaron o escribieron sobre ese atrevido crimen y la urgente necesidad de un ejemplar castigo para prevenir escándalos semejantes o parecidos”.

POSTAS
En nuestra campaña las postas fueron las estaciones obligadas de las galeras y diligencias que iban al interior.
Creadas en el período colonial cubrían la necesidad de refugio, cambio de caballos y también era el lugar adecuado para alimento y descanso de los viajeros.
Utilizada por funcionarios, militares, personal de correos, colonizadores, reseros, chasquis y viajeros en general, estaban diseminadas en el territorio de la pampa y la región norte del Virreynato.
No se instalaban con el  objeto de realizar este servicio, sino que la autoridad procuraba llegar a un acuerdo con los moradores de estos ranchos para que prestaran asistencia cambio de un beneficio.
Los encargados de las postas eran particulares que recibían el nombre de maestros de postas y eran por lo general personas pudientes y de prestigio del lugar.
Estos debían suministrar caballos de refresco a los servicios de correos, funcionarios o militares e inclusive, en algunos casos podían disponer de postillones, que eran los encargados de acompañar a quienes alquilaban los animales. También en ocasiones, brindaban hospedaje.
Los maestros de postas llevaban un registro de los servicios que efectuaban a cuenta del gobierno, los cuales rubricados por el funcionario público solicitante, permitían su posterior cobro.
En la zona de la Cañada de Morón, la existencia de un puente sobre el Río Las Conchas y la distancia que la separaba de la ciudad de Buenos Aires, confería al lugar las condiciones necesarias para este tipo de servicio.
Las tropas que venían del norte en la segunda mitad del siglo XIX, pasaban por Puente Márquez y utilizaban los corrales para encerrar la hacienda que en el lugar tenía Naón junto a su boliche. Luego llegaban a la de Santa Rosa, en la calle Rivadavia y la barrera 80, tomaban por el camino Morón-Luján y doblaban en la calle Blas Parera pasando por la pulpería La Lechuza en Blas Parera y Firpo, continuando luego hacia los mataderos de Morón y Buenos Aires.(3)
La ubicación de estos paraderos frecuentemente visitados, dependía de los acuerdos que se alcanzaran entre el gobierno y los vecinos interesados, lo cual explica la irregularidad de su distribución.

EL PUENTE DE MARQUEZ
El puente de Márquez, construido en madera de ñandubay por Pedro Márquez en 1773, unió las orillas del Río Las Conchas (Reconquista) en el camino de los Gaona y reemplazó al camino real que cruzaba el río en el vado de Paso del Rey que con las crecientes resultaba intransitable. Se abonaba un derecho de peaje cuya autorización concedía el Cabildo de Buenos Aires. Fue utilizado por los ejércitos patriotas en sus campañas libertadoras, tránsito de diligencias, correos y arreos que comunicaban el puerto con las provincias del Norte y Cuyo. En 1820 en sus inmediaciones Soler fue designado gobernador de Buenos Aires. En 1826 fue límite de la Capital y en 1829 tuvo lugar la batalla conocida como de Puente Márquez entre Rosas y Lavalle. (Archivo Museo Clarisse Coulombie de Goyaud).

POSTA DE PARDO
En las proximidades de Puente de Márquez existió una posta que alcanzó gran popularidad hacia la década del veinte del siglo XIX, cuyo propietario fue una tradicional familia de la zona, los Pardo. Situada a más de cuatro leguas de la ciudad de Buenos Aires es mencionada en el Anuario de Correos de 1859.
Esta familia por varias generaciones explotó el servicio de postas que le fuera conferido por el gobierno, siendo la vecina Cipriana Torrillas la maestra de posta que hacia 1840 contaba con sesenta años. Estaba casada desde 1805 con Justo Pardo, conformando un núcleo familiar de diez y seis personas y cuyos descendientes se encuentran como testigos en el juicio sucesorio que iniciara don Manuel Rodríguez, reclamando la posesión de las tierras que fueron originalmente de la familia Ponce de León.
El agrimensor José Mario Manso hizo referencia que la Posta de Pardo estaba cerca del campo de Luis Pellón y que atravesaba un campo en dirección al Puente de Márquez dentro del pago de Santa Rosa.
Si bien resulta dificultoso precisar la ubicación exacta de la posta de los Pardo, se puede inferir que correspondería a los terrenos que ocupa el country Los Pingüinos. Ello se puede confirmar por:
a) El hecho de haber existido ya en esa época, el antiguo camino a Merlo (costeando el río) dentro de los terrenos que originalmente pertenecieron al capitán Rodríguez Flores.
B) Que dichos terrenos limitaban por el norte en la primera mitad del siglo XIX, con loscampos que fue de Luis Pellón.
c) Que el 14 de junio de 1864 aparecen los nombres de José Pardo, José Pardo (h) y Luis Pellón testimoniando en favor de Manuel Rodríguez Fragio para la obtención de los derechos de los descendientes de Ponce de León, lo que confirma la existencia de la familia Pardo y su relevancia en la zona.
d) Los testimonios de antiguos vecinos como el de don Hilario Rodríguez que en 1932 diera a Raúl Goyaud coinciden en que la Posta de Pardo estaba ubicada en las proximidades del campo de Malaver. (4)
e) La ubicación de la Posta de Pardo coincidiría con la que tuvo el boliche de Naón.
Manuel Naón quien fuera Juez de Paz de Morón y explotara el derecho de pontazgo en Puente Márquez, tuvo un boliche desde 1855 en las proximidades del puente y en el camino a Merlo.
Si bien no se puede afirmar que la ubicación de ambos establecimientos haya sido la misma, la existencia del segundo presume la existencia del primero en un lugar muy próximo.

BATALLA DE PUENTE MARQUEZ
La zona próxima al Puente de Márquez, como se ha visto, fue transitada intensamente durante el período colonial y luego de la Revolución de Mayo, por las facilidades que ofrecía el camino de los Gaona y por la conveniencia de cruzar el río en forma segura a través del puente construido en 1773.
Por ello no es de extrañar que los ejércitos, inicialmente en las campañas libertadoras y luego durante todo el período de guerras civiles, recorrieran y utilizaran estas vías en sus movimientos hacia y desde la ciudad de Buenos Aires.
La batalla que tuvo lugar en esta zona entre las fuerzas del general Juan Lavalle y las del brigadier Juan Manuel de Rosas, se enmarcan en la serie de enfrentamientos fratricidas que caracterizaron el período hasta la organización nacional y fue consecuencia inmediata de los lamentables sucesos que derivaron del fusilamiento del gobernador Manuel Dorrego en los campos de Navarro el 13 de diciembre de 1828.
Las divisas enfrentadas en esa lucha eran las de unitarios y federales. Lavalle héroe en la guerra de la independencia y jefe del Ejército Republicano en la guerra con el Brasil, había arribado entre los días 26 al 28 de noviembre de ese año, desembarcando en el puerto de Buenos Aires con sus tropas de la primera división de veteranos.
Ya se incubaba entre la oficialidad del ejército proveniente del Brasil, que era proclive al bando unitario, una sublevación contra la autoridad central que en este período estaba encabezada porel gobernador de la provincia de Buenos Aires Manuel Dorrego, referente indiscutido del bando federal.
Debe tenerse en cuenta que este ejército vencedor en el campo de batalla ante un enemigo extranjero, resultó traicionado por los resultados de las negociaciones que llevaron adelante los funcionarios del gobierno de Bernardino Rivadavia y que tuvieron como consecuencias más salientes el reconocimiento de la independencia de la Banda Oriental, a partir de ese momento República Oriental del Uruguay y el humillante pago de indemnizaciones al gobierno imperial.
Estas negociaciones repudiadas por la población, derivaron en la caída del gobierno rivadaviano y su reemplazo por uno encabezado por la oposición federal. También significó terminar con la experiencia presidencialista ensayada con poco éxito en aquellos años y la vuelta al sistema de gobiernos provinciales, en el cual la provincia de Buenos Aires asumía la representación de todo el conjunto.
El malestar en la oficialidad, con el agravante de sueldos impagos y el hecho de encontrarse en Buenos Aires con un gobierno del signo político opuesto, condujeron a la sublevación que se concretó el 1º de diciembre de ese año.
Como consecuencia el gobernador Dorrego abandonó la ciudad y se dirigió a la campaña en busca de la ayuda que pudiera brindarle el caudillo Juan Manuel de Rosas para recuperar la autoridad. Pero Dorrego fue capturado y fusilado pocos días después en Navarro, tocándole a Rosas cumplir este objetivo.
El 25 de marzo de 1829 Lavalle marchó hacia territorio santafesino para enfrentar al caudillo local Estanislao López, con 600 coraceros veteranos de la guerra del Brasil, ocupándose los coroneles Rauch y Estomba de la contención de los partidarios de Rosas en el sur de la provincia de Buenos Aires.
Rauch fue completamente deshecho en el Combate de las Vizcacheras por una fuerza integrada mayoritariamente por gauchos sublevados en la campaña e indios traídos por los agentes de Rosas, pereciendo en esta acción. En tanto el coronel Estomba en estado de enajenación mental, aniquiló en Dolores su división en marchas y contramarchas sin sentido. Estos desastres privaron a los unitarios de gran parte de sus tropas.
En tanto Lavalle prosiguió su viaje con dirección norte hacia el río Carcarañá. (Santa Fe) procurando enfrentar al ejército de López antes que recibiera el refuerzo de contingentes provinciales partidarios de la causa federal.
Habiendo acampado en una zona con pastos venenosos entre Rosario y Santa Fe, sufrió la pérdida de casi toda la caballada.

DOCUMENTO 8“Llegó al territorio de Santa Fe, y desde que lo pisó se encontró asediado por columnas que se le presentaban a regular distancia, y que al mandar cargarlas se dispersaban en todas direcciones, para aparecer en grupos a retaguardia, por el frente y por los costados…”“Los regimientos cargaban y volvían a la línea sin encontrar a quien combatir. Las tropas de López no paraban esto…”“Por medio de estas operaciones, López consiguió atraer a Lavalle a un campo cubierto de pasto, y allí lo dejó tranquilo una noche, para que se aprovechase de ese forraje para sus caballadas. En efecto, el ejército acampó y los caballos fueron a pastar.Al amanecer, Lavalle se encontró con 600 caballos muertos. El  pasto lo conocía López, y por eso lo había arrastrado a ese lugar. El pasto era mortífero”. (Bilbao, Manuel, Historia de Rosas).

Después de un mes de marchas y contramarchas sin haber conseguido que López presentara un combate abierto, el día 3 de abril en el río Desmochado se reunió con el general José María Paz, acordando que éste marcharía hacia Córdoba mientras que Lavalle acosado por las montoneras de López y con sus tropas a pie regresaría a Buenos Aires emprendiendo una marcha forzada, siendo alcanzados por sus adversarios el 25 de abril en las inmediaciones de Puente Márquez.
Esa noche del 25 las fuerzas estaban frente a frente ocupando Lavalle el lado sur del río y en horas tempranas del día siguiente se iniciaron las acciones. Lavalle atacó una guardia que custodiaba el paso del río en el puente con una fuerza militar que estaba integrada por 1.400 veteranos de caballería, 500 infantes y 4 piezas de artillería, ya repuestos parcialmente de las pérdidas sufridas en su incursión por territorio santafesino, dando combate encarnizadamente hasta las diez de la mañana al ejército de López y Rosas formado por el gauchaje e indios que lo superaban holgadamente en número. (5)
Las fuerzas de Lavalle desplegándose hacia el lado norte del río, en los campos propiedad de Francisco Alvarez, intentaron una y otra vez numerosas cargas sobre las montoneras enemigas que se dispersaban y volvían a agrupar, favorecidos por su gran superioridad numérica. (6)
Los ataques que llevaron López por la izquierda y Rosas por la derecha terminaron arrollando y dispersando a los veteranos.
La contienda se definió por un ardid de los jefes federales. Habiendo Lavalle hecho formar un cuadro con la infantería encerrando en su centro la caballada, afrontó la carga de centenares de caballos sin jinetes en cuyos pescuezos y colas ataron grandes cueros. Los soldados porteños, creyendo una embestida del enemigo, abrieron fuego a cañonazos provocando la estampida y desbande de sus caballos.
Dejando más de un centenar de muertos que fueron sepultados en las inmediaciones debió afrontar la retirada hacia Buenos Aires siendo las 4 de la tarde. Cruzó nuevamente el Puente de Márquez a pie en dirección al arroyo Morón para dirigirse luego hacia el río Matanza y llegar a los Tapiales de Altolaguirre.
Tiempo después, recluido Lavalle en la ciudad de Buenos Aires y asediado por los hombres de Rosas, se vio obligado a iniciar tratativas de paz. Por ese motivo el 16 de junio partió desde su campamento en los Tapiales y se dirigió en dirección a Cañuelas donde Rosas tenía su cuartel general.
Las negociaciones entabladas con el caudillo federal culminaron con el acuerdo conocido como Convención de Cañuelas, firmado el 24 de junio de 1829, que posibilitó nuevas elecciones en Buenos Aires. (7)
Es de hacer notar que los numerosos oficiales del ejército republicano que participaron combatiendo en territorio extranjero, siendo algunos de ellos también compañeros en la guerra de la independencia, se enfrentaron entre sí una vez de regreso a su patria, tocándole a la mayoría enrolarse en las fuerzas de su antiguo jefe Juan Lavalle y los menos, junto a Rosas.
Entre los primeros se destacan el general  José María Paz, coronel Juan Arengreen, general Francisco Fernández de la Cruz, general  Ramón Deheza, brigadier general Anacleto Medina, coronel Juan Pascual Pringles, coronel Domingo Trolé, coronel José María Videla y particularmente por haber participado en la Batalla de Puente Márquez, el coronel Martiniano Chilavert, teniente coronel Juan Martínez, coronel José Olavarría, general José María Pirán, coronel Niceto Vega y coronel Isaac Thompson.
En tanto en la causa federal se enrolaron y participaron en este combate del 26 de abril de 1829 el coronel  Pedro Alvarez de Condarco, coronel José María Cortina y el general Tomás Iriarte.
Todos ellos fueron evocados en la nomenclatura de las calles de Ituzaingó.
La Batalla de Puente Márquez reflejó dos estilos de combate que caracterizaron las guerras civiles del período.
Por un lado las fuerzas regulares, disciplinadas, con oficiales experimentados a su mando y de tradiciones militares europeas, que defendieron la causa unitaria.
Por el otro, las montoneras formadas por hombres de la campaña, mayoritariamente gauchos y aborígenes, aglutinados tras la figura de caudillos, carentes de una formación militar típica y enrolados en la causa federal.
Las palabras que el gobernador santafesino Estanislao López utilizara refiriéndose a Lavalle configuran una visión predominante en la época:
“El general Lavalle que ha usado hasta el día, hablando oficialmente de nosotros, el lenguaje de la presunción y de la arrogancia, fundado, según se decía, en la elevación de sus conocimientos, en su valor y en la calidad de sus soldados, tendrá un motivo para ser más modesto…”.

EL FERROCARRIL DEL OESTE
La finalización en 1852 de las luchas civiles que caracterizaron los tiempos posteriores a la Revolución de Mayo, permitieron iniciar un nuevo período en el cual el joven estado argentino se abrió paso con la consolidación de la Organización Nacional y el desarrollo económico.
La actividad ganadera que prevaleció hasta entonces dio paso progresivamente al desarrollo intensivo de la agricultura que encontraba en los mercados europeos compradores de estos productos.
Las vías de comunicación, caminos y puentes se habían diseminado por la pampa bonaerense en función del uso que le daban principalmente el arreo de ganado de zonas rurales a la ciudad y, como se ha visto, permitió también el surgimiento de postas.
Sin embargo el transporte de cereales requirió nuevos medios, consolidando el uso del ferrocarril y el tendido de vías férreas en el país.
El rumbo seguido por las vías fue en la mayoría de los casos, a la vera de los principales caminos conocidos, reforzando un esquema centralista por el cual las provincias –denominadas interior- aportaban sus materias primas al puerto de Buenos Aires –denominado centro-, en el cual se embarcaban rumbo a Europa.
El ferrocarril que llegó a la Argentina a partir de inversiones británicas, las mismas que controlaban el puerto, la banca, el comercio exterior y los mercados de origen, consolidaron un desarrollo económico que se había iniciado unas décadas antes.
La construcción del primer ferrocarril argentino fue autorizada por ley de fecha 12 de enero de 1854 de la provincia de Buenos Aires, quedando concluida una de las líneas pocos meses después e inaugurada el 20 de agosto de ese año. Salía de la Estación del Parque –Plaza Lavalle- y llegaba hasta el paraje denominado Floresta con una extensión de 10 km, pasando por las estaciones Once –construida en madera- y la estación Flores.
Los primeros años fueron de desarrollo lento, alcanzando la extensión de líneas, especial progreso en el período 1870-1880.
La mayor parte de los ferrocarriles argentinos de aquella época, pertenecían a empresas particulares, de capital británico en su mayoría. Más del  75% de la red ferroviaria era propiedad de dichas empresas, entre ellas el Ferrocarril del Oeste de Buenos Aires que originalmente era de trocha angosta.(8)
El 4 de febrero de 1859, las vías que llegaban a la estación San Martín (Ramos Mejía), prolongaron su recorrido hasta Morón y un año después hasta Moreno.(9)
El 4 de enero de 1874 fue inaugurada la estación Ituzaingó, que permitió la parada entre las estaciones Morón y Merlo, existiendo para esa fecha un apeadero en la zona de Castelar. Para esos primeros años tan sólo un servicio tenía parada en Ituzaingó.
El progreso que significó la expansión del  ferrocarril trajo aparejado con el tendido de vías la división de los pueblos. Tal lo ocurrido con Santa Rosa quedando un lado hacia el norte y otro hacia el sur, generando diferencias entre los vecinos.
En 1923 se electrificó el servicio, lo que posibilitó disminuir el tiempo de recorrido que unía las localidades de la zona con la estación terminal Once, generando un incremento notable en su utilización.
“El ferrocarril que llegó a la Argentina a partir de las inversiones británicas, las mismas que controlaban el puerto, la banca, el comercio exterior y los mercados de origen, consolidaron un desarrollo económico que se había iniciado unas décadas antes”. (La Nueva Provincia, Centenario de Bahía Blanca, 1928).

DOCUMENTO 9Relato del viaje inaugural del primer ferrocarril“La obra del ferrocarril duró uno, dos, tres y cuatro años, y empezada a tramitar en el primer trimestre del gobierno del Dr. Obligado, no pudo inaugurarse hasta tres meses después de terminado su período.Vencidos los mil obstáculos y oposiciones, sucedió que, una vez construido, no hubo quien se animara al viaje de ensayo, ni entre los mismos señores de la comisión. Así dejaremos sobre los rieles los coches y vacíos por falta de pasajeros, mientras van almacenando coraje los más guapos, al ver pasar días y días sin accidentes el tren de carga.Y al fin… se decidió la comisión directiva a subir en cuerpo y alma, afrontando con gran valor el viaje de ensayo.…regresaba la máquina con más velocidad a razón de veinticinco millas por hora, cuando cerca del puente de Once de Septiembre… por demás caliente en su desacarrilamiento, cayendo desde el alto terraplén a la zanja.Tumbado el vagón de encomiendas, las cabezas del secretario Van Prat y del vicepresidente Gowland chocaron fuertemente, al mismo tiempo que la del tesorero don Francisco Moreno golpeaba al robusto señor Llavallol hasta dejarle sin respiración.Los otros señores de la comisión directiva, don Manuel  José de Guerrico, Don Esteban Rams y Rubert Francisco Balbín, salieron mejor parados y en asamblea improvisada a campo raso resolvieron… no decir cosa alguna a persona viviente, de aventura locomotriz tan poco edificante…” (Pastor Obligado,Tradiciones Argentinas).

(3) Miguel Naón vecino próspero de Santa Rosa se desempeñó como Juez de Paz de Morón en 1855 y Presidente de la Municipalidad en 1869.
(4) Hacia 1855 don José María Malaver adquirió tierras a orilla del Río de las Conchas.
(5) El artista Emilio Centurión realizó un óleo que reproduce escenas del combate librado en Puente Márquez, que puede observarse en el salón Mariano Moreno de la Municipalidad de Morón.
(6) La batalla comprendió una extensión considerable de superficie acorde a la magnitud de las fuerzas en combate. Abarcó varios kilómetros al norte del Río de las Conchas, en los cuales se desplazaron las fuerzas de caballería de ambos bandos. El escenario del combate correspondió al lugar que ocupa la actual localidad de Francisco Alvarez, que originariamente fueron los campos de este vecino; motivo por el cual este enfrentamiento también es conocido como Batalla de los Campos de Alvarez.
(7) Once años después, en 1840, Lavalle que encabezaba la campaña contra el gobernador Rosas, tuvo oportunidad de enfrentarlo en la misma zona. Pero en esta ocasión no hubo combate ya que Lavalle se replegó con sus tropas acantonándose en la villa de Merlo y luego replegándose hacia el litoral. El 8 de octubre de 1841 encontró la muerte en territorio jujeño a manos del oriental Manuel Oribe, lugarteniente de Rosas, luego de ser derrotado en los combates de Quebracho Herrado y Famaillá. Sus restos fueron trasladados por sus seguidores a Bolivia y depositados en la catedral de Potosí, pero su cabeza fue exhibida como trofeo de victoria por sus enemigos.
(8) El Ferrocarril del Oeste fue creación de la empresa Sociedad del Camino de Hierro de Buenos Aires y estuvo integrada por los señores Daniel Gowland, Bernardo de Larroudé, Mariano Miró, Jaime Llavallol, Manuel Guerrico, Adolfo Van Praet y Norberto de La Riestra.
(9) Las estaciones que incluían el recorrido del Ferrocarril del Oeste hacia 1859 eran: Parque, Once de Septiembre, Caballito, Flores, Floresta, San Martín y Morón. Había tres servicios diarios de ida y vuelta.